Es un arte feo, duro, vital, fuerte y de profunda religiosidad.
El dibujo es simple, sencillo y esquemático. El color es primario y muy elemental, es decir, sin matizar. Apreciamos la ausencia de paisaje.
Notamos grandes deformaciones corporales, la perfección anatómica le interesa muy poco, la anatomía es muy primaria, pero llena de vida y de fuerza.
El románico es un arte antinaturalista, entendido éste no como una copia exacta de la naturaleza.
Destacamos las bonitas cenefas en los frescos y pinturas románicas, también existen en la arquitectura y en la escultura a modo de motivos geométricos, ajedrezados, motivos florales etc. Las raíces las toma y bebe el románico de las aguas del mosaico bizantino y de la miniatura mozárabe.
Con ésto hemos querido dar unas pinceladas generales sobre las raíces generales del románico.